Es un enfoque de manejo de suelos que combina árboles (forestales y frutales), cultivos y/u otros componentes vegetales en un mismo sistema productivo. Estos sistemas combinan árboles forestales y frutales, cultivos anuales, hortalizas, plantas medicinales y flores en un mismo espacio físico y tiempo, lo que resulta en una mayor diversidad de productos y servicios ecosistémicos.

El objetivo principal de la agroforestería dinámica es la mejora de la fertilidad de los suelos con materia orgánica proveniente de la misma parcela de forma progresiva y sostenida, sin depender de fertilizantes sintéticos, e incluso de abonos orgánicos.

Se está recreando ecosistemas saludables, imitando al bosque del lugar, a la Madre Naturaleza. En los lugares donde no hay bosques ahora existen microclimas que cumplen estas funciones.

Al fomentar la biodiversidad y el equilibrio ecológico, estos sistemas también fortalecen la resiliencia ante condiciones climáticas extremas y ofrecen una base sostenible para la producción agrícola a corto y largo plazo.

El enfoque SAFD ha sido desarrollado para zonas de valles y valles interandinos con principios propios para este tipo de climas, rescatando saberes, conocimientos y experiencias de maestros como: Ernst Gotsch (Brasil), Joachim Milz, Walter Yana y Fortunato Velasquez (Bolivia, ECOTOP).

Se puede destacar que es una forma de manejo del suelo y requiere un equilibrio en el manejo de espacio (la parcela SAFD) y en el tiempo (sucesional), con el objetivo de mejorar la fertilidad del suelo con material orgánico de la poda de los árboles forestales, incorporando como cobertura en el suelo (que fue degradado), reducir la erosión, aumentar la diversidad de especies, conservar especies nativas, de lo que en algún momento forma o formó parte del bosque seco interandino en los valles cochabambinos. A largo plazo generarían mayor productividad y otros beneficios.

Es “dinámico” porque existe un constante cambio, en el mismo interacción entre sus diferentes componentes, por ejemplo, a nivel nutricional, cuando cada microorganismo aporta a las especies que actúan en conjunto, para mejorar todo el sistema productivo.

Este trabajo se realizó gracias a la asistencia técnica de AGRECOL Andes y sobre todo, a las familias de agricultores que apostaron y dedicaron su tiempo a cambiar a el modelo de producción.